Airtècnics aporta al mercado la solución más completa de desinfección y purificación del aire basada en radicales hidroxilo y fotoatálisis, hecha efectiva mediante tecnologías exclusivas e innovadoras.
Implementando en sus productos las tecnologías patentadas Kleenfan y Wellisair, pone a su disposición cortinas de aire antivirus, el cassette propio K7 y los dispositivos Wellisair y Wellisair Room. Las tecnologías mencionadas, propias y únicas de los productos de Airtècnics, funcionan del mismo modo que la naturaleza.
Los dispositivos Wellisair y Wellisair Room (de menor tamaño que el primero y en fase de diseño) generan radicales hidroxilo (el “detergente” de la atmósfera) y los emite en cantidades suficientes para inactivar virus, bacterias y otros organismos patógenos, así como eliminar partículas orgánicas volátiles. De instalación sencilla y con un mantenimiento muy simple, que consiste en cambiar la botella de peróxido que hace posible este fenómeno natural.
Las cortinas de aire antivirus son una innovación revolucionaria en el sector, que además de limpiar y desinfectar el aire, evita que la contaminación, los malos olores y los flujos del aire del exterior penetren al interior. De forma que no sólo purifican el ambiente, sino que sirven como sistema de ahorro energético. Las cortinas de aire antivirus están dotadas con el doble sistema de purificación de radicales hidroxilo y fotocatálisis.
Por su parte, el K7 es un aparato de purificación para grandes espacios que, como las cortinas antivirus, unifica las tecnologías Wellisair y Kleenfan. La tecnología Kleenfan consiste en la desinfección del aire mediante la fotocatálisis, que imita la fotosíntesis. La fotocatálisis acelera una fotorreacción a través de la acción de la luz sobre un catalizador, en este caso, la luz de un led ultravioleta incide sobre una turbina bañada en dióxido de titanio. Las partículas presentes en el aire, al entrar en contacto con la turbina, sufren un proceso de oxidación y reducción.
Todas estas unidades están creadas para que el aire que fluye a través de ellas salga en una calidad óptima y las superficies queden libres de virus y organismos patógenos. Además diversos estudios han demostrado que los radicales hidroxilo no son nocivos para los seres vivos porque las personas y los animales tenemos un sistema antioxidante que nos protege de la oxidación que provocan los radicales, pero los virus y las bacterias no disponen de este mecanismo.