Reducir el consumo de energía y mejorar las condiciones higrotérmicas de los espacios interiores no es sólo una necesidad económica en grandes equipamientos y locales comerciales, sino una exigencia de la legislación vigente internacional, que propone la aplicación de soluciones arquitectónicas para ahorrar energía.

Estas medidas son especialmente necesarias en aquellos lugares con un importante paso de personas que obliga a abrir y cerrar las puertas en incontables ocasiones, o simplemente a mantenerlas abiertas.

Estudios recientes elaborados tanto por centros de investigación superior españoles como instituciones internacionales demuestran que la utilización de cortinas de aire comportan una menor filtración de aire en los edificios y una utilización más eficiente de la energía respecto a otros sistemas de protección como la construcción de vestíbulos. Y es que mientras que las cortinas permiten una protección contra la filtración de aire exterior del 65%, los vestíbulos protegen sólo en un 23%.

Asimismo, la construcción de vestíbulos es más cara, compleja y supone una pérdida de espacio de paso vital para los negocios, que en los últimos años de crisis han adoptado la tendencia de mantener las puertas abiertas para invitar a entrar a posibles clientes.

Los beneficios se ponen de manifiesto en estudios realizados en situaciones diversas como en verano o invierno, zonas climatizadas, rachas de viento o gran cantidad de personas entrando y saliendo de manera continuada. Los resultados demuestran que la instalación de cortinas de aire tiene una consecuencia directa en la factura eléctrica del inmueble y en un mayor confort climatológico dentro del local.

Sin embargo, no todas las cortinas de aire son igual de eficaces. Y las instalaciones convencionales, y algo obsoletas, aportan menos ventajas que las modernas cortinas de alta eficiencia. Por ello es necesario revisar las instalaciones realizadas hace años y actualizarlas con sistemas más novedosos y eficientes como las diseñadas y producidas por Airtècnics.

Las cortinas de aire son la solución perfecta para crear una barrera invisible que separe dos ambientes diferentes sin limitar el acceso de las personas. Consisten en un ventilador colocado en la parte superior o lateral de la puerta que proyecta un chorro de aire hacia abajo de manera que se consiga separar el ambiente interior del exterior. No sólo permite detener las corrientes de aire frío y caliente, sino que mantiene un ambiente interior limpio de insectos, polvo, contaminación, partículas en suspensión y malos olores.

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