Airtècnics ha lanzado al mercado las cortinas de aire antivirus con una tecnología nueva e innovadora de desinfección y purificación que funcionan con un sistema de fotocatálisis patentado, aplicando la tecnología Kleenfan.

Esta tecnología consiste en recubrir con dióxido de titanio una turbina por la que el aire circula y que, en contacto con la luz que emite un led ultravioleta, inactiva los organismos patógenos presentes en el ambiente.

Este sistema de purificación y desinfección del aire se basa en la fotocatálisis. Esto es, un sistema que convierte la energía solar en energía química en la superficie de un catalizador, en este caso las turbinas.

La mayor parte de los contaminantes que porta el aire se eliminan debido a las reacciones de oxidación y reducción que se generan con la fotocatálisis. Esto provoca la mineralización de monóxidos de carbono, óxidos de nitrógeno y azufre, formaldehídos u otros componentes orgánicos volátiles que se producen en las áreas urbanas como causa de la contaminación ambiental de vehículos e industrias.

De esta forma, las cortinas de aire ayudan a reducir e inactivar hasta casi su totalidad organismos como virus, bacterias o las partículas contaminantes. Además, la ASHRAE ha certificado la instalación de estos sistemas en los accesos de los establecimientos comerciales para un mayor ahorro energético y un buen aislamiento del exterior.

Todos los modelos de cortinas de aire de Airtècnics pueden estar provistos del doble sistema de desinfección y purificación, no solo del aire, sino de las superficies. Dotándolas con la tecnología OH se combina el proceso de oxidación avanzada con el ya mencionado principio fotocatalítico.

Los modelos instalados con el doble sistema de purificación y desinfección de aire y ambiente incluyen el Control Avanzado Clever con programa de desinfección funcionando todo el día, indicador de cuatro niveles de la calidad del aire y de una alarma que avisa de que el cartucho desinfectante de peróxido de hidrógeno está vació y hay que cambiarlo. Los cartuchos tienen una duración de unos tres meses, según las condiciones del ambiente.